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lunes, 12 de diciembre de 2011

Cierre de un ciclo, ¿cómo celebrarlo?



Las empresas pueden aprovechar el fin de año para realizar obsequios significativos a sus empleados. Se recomienda un buen libro, orientado a cultivar el crecimiento personal, ya que esto puede resultar un excelente medio para que los líderes den gracias a sus equipos por sus aportes y ratifiquen sus compromisos a futuro.

Juan Carlos Jimenez (@jucarjim), diseñador gráfico y especialista en atención al cliente, mercadeo estratégico y aprendizaje organizacional. Nos comenta varias oportunidades que nos ofrece la época navideña para celebrar en conjunto todo el equipo de trabajo.

“Me gusta la tradición de ver el fin de año como el cierre de un ciclo, porque es como la fase final del trayecto del año o la última etapa de un recorrido de 12 meses”, comentó Jimenez gratamente.

En este sentido considera que a las empresas les conviene aprovechar el positivo ambiente emocional de este período para hacer 3 cosas que le parecen fundamentales:

1.       Hacer un balance de los logros del año, con un enfoque centrado en las buenas prácticas y los aprendizajes.

Un ejercicio que las empresas pueden hacer por departamentos, toda la organización como un conjunto. También es un ejercicio que vale la pena hacer de manera individual. Esta es una buena oportunidad para que cada supervisor se siente con cada miembro de su equipo para agradecer sus aportes y reforzar el esfuerzo específico de cada quien para mejorar como persona y apoyar a su equipo.

2.       Hacer de manera compartida una evaluación de las prácticas profesionales que pueden mejorarse en el futuro inmediato.

Si realmente se desea que haya compromiso con los aprendizajes que se necesitan en el corto plazo, las empresas deberán facilitar que la evaluación sea construida con la participación de los empleados de los distintos niveles de la organización.

Además, destaca que suele ser particularmente positivo cuando en este ejercicio se pone énfasis en los aspectos más fáciles de mejorar o que están más cercanos en el proceso. De esta manera se catalizan logros que a su vez retroalimentan la motivación a continuar mejorando.

3.       Cultivar el sentido de identidad individual de los empleados con el todo de la empresa.

Juan Carlos considera que este es el aspecto más fácil para las empresas, y que de hecho casi todas lo hacen. Desde las más modestas hasta las más ostentosas, todas las celebraciones de fin de año son una oportunidad de integración de equipo. 

Las celebraciones bien organizadas en este sentido hacen sentir a la gente que es parte de un conjunto mayor. Y sentirse parte de un equipo que celebra adecuadamente sus logros le da trascendencia a sus integrantes. 

Así mismo concluye que los placeres de la gastronomía y la música son muy oportunos en las celebraciones de fin de año, pero que es indispensable que las empresas tengan un plan para comunicar de manera explícita las razones de celebrar y las expectativas hacia el futuro. De lo contrario la celebración tendrá menos valor gerencial.

Fuente: Empléate.com

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