La falta de un sueño reparador afecta negativamente nuestro desempeño en todas las áreas de la vida: estamos más sensibles, lo que nos hace propensos a peleas, nuestros ojos se cansan con más facilidad y nuestros niveles de concentración bajan.
Durante el sueño nuestros músculos se relajan y reparan, nuestro cerebro aprovecha para reponerse y balancear procesos necesarios para el correcto funcionamiento nervioso.
Una buena noche se sueño nos hace despertar alegres, con buena disposición al trabajo, más energizados y hasta más sabios: de acuerdo a un estudio realizado por investigadores del Beth Israel Deaconess Medical Center (BIDMC) y del Brigham and Women’s Hospital (BWH), la manera más efectiva de obtener memoria relacional es tomarse descansos en el proceso y dormir bien por la noche.
Conforme avanzamos en edad, minimizamos las horas de sueño. Mientras que los bebés duermen hasta 12 horas diarias, los mayores de 70 años duermen de cinco a seis horas diarias.
Las preocupaciones, vivir lejos del trabajo (y tener que realizar largos recorridos para llegar a él), y ocasionalmente alguna enfermedad, afectan nuestra capacidad de tener un sueño profundo y reparador.
Aunque el horario varía de persona en persona, lo normal es que los adultos de entre 20 y 60 años duerman hasta 8 horas por noche. En caso de algún trastorno del sueño, lo importante es, según los expertos, no dormir menos de 4 horas diarias para no sufrir de privación de sueño: con menos de 4 horas diarias de sueño, el cuerpo y el cerebro no logran reconstituirse de la manera apropiada, lo que afecta nuestro desempeño.
¿Cuántas horas duemes tú? Si no estás durmiendolo suficente, aprovecha este fin de semana para reponer el sueño perdido. ¡Tu salud, tu familia y tu carrera te lo agradecerán!
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