“La
vida es imperfecta, siempre hay problemas y hay que aprender a vivir con ellos”, reflexión del consultor de Recursos Humanos, Víctor Calzadilla (@victorc01).
El especialista explica que
la manera de evitar los problemas viene dada por medio de varias técnicas de la
Inteligencia Emocional, que consiste en la capacidad de integrar las emociones
de una forma efectiva en nuestra vida.
Los tipos de estrategias o
técnicas que plantea Calzadilla se manejan en primer lugar por:
- El Autocontrol:
Implica cambios en ideas, posturas y gestos para lidiar con la emoción negativa y mostrar en su lugar una emoción
neutra o positiva; es actuación externa y superficial, para no hacer daño ni
dañarse propiamente.
- La estrategia de
Autorregulación implica la transformación y el reprocesamiento de la
emoción negativa, produciendo en su lugar una positiva; es actuación interna y
profunda, una forma constructiva.
Por otra parte, Calzadilla, denomina la Resiliencia como
la capacidad de la persona de recuperarse frente a la adversidad,
incrementándose de alguna manera gracias a la ayuda de la inteligencia
emocional.
Existen técnicas que,
según el experto, permiten mejorar la regulación de las emociones y el estrés:
- Primeramente el compromiso personal de
procesar la emoción para evitar transferirle de
manera cruda a los otros, a las cosas o a la realidad, porque se
podría perjudicar la situación individual o de los demás.
- El segundo paso consistiría en utilizar esas
emociones de alguna manera para el crecimiento personal. Ésta se tiene
que usar adecuadamente esa energía, no es sano comprimirla, retenerla o
tolerarla.
Con respecto a la empatía
en el desarrollo de la relación con los compañeros de trabajo, el especialista
explica que es clave para poder influir sensibilidad hacia el otro, colocarse
en su perspectiva, considerar a los demás y poder entonces construir el
diálogo, cooperar, encontrar acuerdos, convergencia, por eso es fundamental.
Cuando las personas se
comportan correctamente, tienen el compromiso y la voluntad para no manifestar
sus emociones de una forma inconveniente: Si no las manejan bien o no las
transforman, de todos modos se transmiten en el ambiente de trabajo,
debido a que existe una especie de medio emocional que se percibe, y en él,
todos contribuyen con sus emociones, constituyendo de alguna manera la base del
ambiente de trabajo.
Las formas inadecuadas de
manejar una situación laboral: Reprochando a los demás, faltándoles el respeto,
juicios a las personas, maltrato, poca conexión, poca amabilidad, trato muy
personal o frío, discusiones, traen consigo consecuencias como mayor
ineficiencia, distanciamiento entre los compañeros de trabajo y dificultad para
trabajar en equipo.
El especialista recomienda
que cuando hayan pasado estas situaciones, “hay que saber sanar” para
después desarrollar las estrategias de manera que no vuelvan a incurrir en el error.
De esta manera, “El ser
humano es responsable de desarrollarse personalmente por medio de la
inteligencia emocional”, Víctor Calzadilla.
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